Turrón trufado de chocolate con avellana


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En estos días muertos luego de Navidad, Juvi y yo estábamos zapeando a ver qué nos conseguíamos, y caimos por cosas de la vida en el Canal Gourmet.  Allí nos encontramos con un programa de cocina español llamado Sabores de Navidad, donde un chef llamado Mikel Alonso compartía con nosotros, de forma muy amena y hasta cálida, varias recetas típicas para estas fechas.

Nos llamó la atención, además del ya nombrado cariño con el que el cocinero nos daba las recetas, el hecho de que no nombraba las cantidades.  Solamente decía cosas como "ahora agreguen la fruta" o "derritan la mantequilla y listo", sin decir cuánto de cada cosa, por lo que a pesar de darte la receta, hasta cierto punto te dejaba andar tu camino al realizarlas.

De entre todas las recetas que nos dió, nos llamó la atención una en particular, la de un turrón de chocolate que se vería sencillo, rápido, y sumamente apetitoso, por lo que decidimos hacer la prueba, y compartir aquí la receta con ustedes.   Y sí, con las cantidades.

Ingredientes

  • Avellanas (70 gr., o sea, como 70 avellanas, sin cáscara. Pueden dejarle la piel del fruto como tal, pero si las consiguen ya del todo peladas, mejor aún)
  • Azúcar (10 gr., para el praliné -pasta de avellanas- y 50 gr. para la crema).
  • Crema de leche (100 ml.)
  • Mantequilla (55 gr.)
  • Whisky (40 cc.)
  • Chocolate 52% (250 grs.). Sirve el que es para repostería. Nosotros usamos chocolate "Del Rey", el "Bucare", que es 58.5% (una ñinga más amargo).
  • Ralladura de naranja. Si no consiguen, pueden usar una mandarina o un limón.

Pasos

  1. Preparamos el praliné: Si ya lo consiguen hecho, buenísimo.  Pero si no, pues lo haremos de una forma muy sencilla: tenemos que tostar las avellanas usando una sartén sin aceite (las vamos removiendo hasta que se vean un poquito tostadas o hasta que suelten aroma), con cuidado de que no se quemen; o en el horno prealentado a 170°, unos 10-20 minutos hasta que se noten tostadas. Ojo con las conchitas, que suelen quemarse mientras las avellanas se tuestan y le dan un sabor algo quemado al praliné; por ello, si tienen algo que encontramos llamado "raspador", mejor, para retirar la piel antes de triturar.  Luego se pasan a un recipiente para molerlas o triturarlas junto a un poco de azúcar. El resultado debe ser una especie de pasta acremosa y homogénea (como Nutela, pero ligeramente más derretida), debido a la grasa de las avellanas. Recomendamos el uso de algún ayudante de cocina tipo multiquick, en el vaso de moler.
  2. Preparamos la crema (I): En una olla de al menos un litro de capacidad, agregamos la crema de leche, la mantequilla y el azúcar, revolvemos un poco y ponemos a fuego bajo (hornilla de gas) o medio (hornilla eléctrica), y revolvemos hasta que hierva. La mezcla debe tener una consistencia homogénea, como una crema líquida, y ser de color amarillento, como si fuera un huevo crudo batido (si no se ve así, es que te equivocaste en algo: en nuestro caso, la primera mezcla que hicimos no se vería así: pensamos que se quemó un poco por tener el fuego muy alto, o que no batimos bien la crema de leche antes de utilizarla).
  3. Preparamos la crema (II): Cuando la mezcla llegue a hervir, momento en el que todo el contenido debería estar derretido y homogéneo, la retiramos del fuego y le agregamos el whisky y el praliné de avellanas, y mezclamos todo. No tarden mucho en este proceso para no dejar que la mezcla se enfríe
  4. Agregamos el chocolate, bien picado, y de poco en poco, mientras revolvemos.  Por el calor de la crema, el chocolate debería derretirse fácilmente. Si el chocolate no termina de derretirse completamente (a nosotros nos pasó), pongan la mezcla a baño maría o cerca de una fuente de calor indirecta (de ese modo resolvimos finalmente). Agregamos, además, ralladura de naranja: para ello rallamos la concha de una naranja, hasta que obtengamos poco menos de una cucharadita. Ojo con no rallar hasta lo blanco, que se nos amarga la ralladura, rallar sólo donde haya color.
  5. Vertemos la mezcla (que debería ser una pasta suave, homogénea, de color marrón brillante) en un molde (o en varios, si quieren hacer mini-turrones) sobre una bandeja de horno, y lo metemos a la nevera (ojo, no el congelador).  La idea es dejarlo más o menos una hora por centímetro de altura: si usamos toda la mezcla en uno solo, deberíamos dejarlo en refrigeración unas cinco horas (si es toda la noche, mejor que mejor).

Notas

  • En el programa que lo vimos le colocaron una placa de chocolate blanco encima del turrón, como decoración, y le hicieron dibujos con la ayuda de un cornet de chocolate oscuro.  Dado que nunca explicaron cómo hacer la placa de chocolate, pues no la hicimos, por lo que no agrego las instrucciones aquí.  Además, que nos pareció medio raro: no parecía un turrón, aunque no se veía mal.
  • Si lo deseas, según tus gustos, puedes agregarle frutos secos (avellanas, nueces, maní, ,etc) a la mezcla final, o a la parte de arriba del turrón al desmoldarlo.
  • Cada avellana pelada pesa, más o menos, 1 gramo, así que 70 gramos de avellanas son más o menos 70 avellanas.  En nuestro caso, nos faltaron algunas, y completamos con nueces (cada nuez pelada pesa como 4 gramos).
  • Recomendamos engrasar el molde una ñinguita (ligeramente, pues), para prevenir que el turrón se le pegue. El molde que usaron en el programa no tenía base, sino que le pusieron film plástico tipo "envoplast" en la parte imferior, colocado sobre una tabla, con lo que el desmolde fue rápido y limpio.

Brownie en 1 minuto ó Torta de chocolate en 5 minutos


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Esta receta es una de esas que se benefician del uso del microondas, y que además de rápidas, son divertidas de hacer con niños :)

Hoy me entró un antojo de torta de chocolate en microondas, y me tropecé con la receta del brownie, la cual acabo de probar... y por ello se las coloco aquí:

Brownie de 1 minuto 

(una persona)

 

Ingredientes

 

  • 4 cucharadas (ó 1/4 de taza) de harina todo uso (no usen leudante)
  • 4 cucharadas (ó 1/4 de taza) de azúcar (blanca o morena)
  • 2 cucharadas de cacao en polvo (cacao puro. Si usan algún chocolate en polvo, como el toddy, bajen la cantidad de azúcar por lo menos a la mitad)
  • Una pizca de sal
  • 2 cucharadas de aceite (recomiendo que sea de maíz o girasol, por su sabor más suave). También pueden usar mantequilla*
  • 2 cucharadas de leche, agua o café (o prueben con té negro, realza el sabor del chocolate)
  • Un chorritito de esencia de vainilla
  • Opcional: nueces, chispas de chocolate.

* Tip para medir la mantequilla si está fría: para el caso que nos ocupa, en una taza de 1/4 de medida, coloquen 1/8 de agua, luego pongan la mantequilla hasta que el agua llegue al borde. Descarten el agua y agreguen la mantequilla a la mezcla, aunque igual deberán esperar a que esté suave para mezclar bien todo.

 

Pasos


Lo primero que necesitarán es un "mug" (taza grande) o algún bowl pequeño apto para microondas. Coloquen en él todos los ingredientes y mézclenlos bien. Colocar la taza en el microondas y cocinar un minuto en "high" (alto). si lo notan muy líquido, pueden ponerlo hasta 30 segundos más (esto se debe a que cada microondas es diferente, con la práctica sabrán el tiempo correcto). Quedará con una textura suave. Dejar reposar 30 segundos y comer directo de la taza :D No lo dejen enfriar demasiado, o se pondrá duro.

Yo sólo lo he probado usando leche, y aún no le he colocado algún opcional. Pienso probar con hojuelas de avena a ver qué tal, y splenda, para disminuir un poquito el exceso de "carbos", aunque la harina aún no tiene sustituto. Actualizaré este post cuando haga esos experimentos :)

Y si la ración es para un niño, o sólo para un antojito, bajen todas las cantidades a la mitad, así como el tiempo en el microondas, unos 45 segundos deberían bastar.

Pueden también poner un poco de helado de mantecado al momento de servirlo... un clásico muy yummy!

* Nota: a mi la superficie me quedó llenita de huecos y no lisita como en la foto, pero muy sabroso.

Torta en 5 minutos 

(2 personas, o buen un antojo)


La anterior receta en realidad es una variante de esta, por tanto:

A la mezcla del brownie, agreguen también un huevo (aunque algunos recomiendan batirlo y usar sólo 2 cucharadas).

En este caso, pueden probar con harina leudante si no tienen todo uso. Y la cantidad de aceite y leche se recomienda que sean 3 cucharadas cada uno, pero en mi experiencia, queda muy grasosa y húmeda en el fondo.

El tiempo en este caso es mayor, porque hay que darle chance al huevo para que haga crecer la torta. Coloquen el microondas en "high" (alto) y vigilen el crecimiento del contenido hasta que se detenga... entre 4 y 5 minutos. Este es el paso favorito de los chamos, ver cómo crece la torta ;)

También, para este caso, pueden usar un bowl transparente para favorecer el cocimiento en el fondo del recipiente, y evitar que quede a medio cocer en esta parte. La experiencia les irá diciendo la mejor combinación recipiente-tiempo :)

Notas


Les dejo unas equivalencias prácticas al momento de medir; en otro post las pondré más completas :)
  • 3 cucharaditas = 1 cucharada
  • 4 cucharadas = 1/4 de taza
  • 16 cucharadas = 1 taza
Feliz antojo!

Papelón con limón

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Habrá a quien esta entrada le parezca tonta, pero cuando hay gente como yo, a la que hasta una limonada le queda mal, supongo que alguien agradecerá que coloquemos aquí también las recetas sencillas, de toda la vida.  Ya me dirán ustedes...

Como papelón se conoce a unas barras o panelas (de hecho, también se le conoce como panela) resultantes del secado del jugo de la caña de azúcar.  En principio, es un bloque de azúcar morena no procesada, y con más nutrientes que su prima, el azúcar blanca que todos conocemos.

Con el papelón se preparan numerosas comidas, postres y bebidas, de las cuales la más conocida es la que hoy nos ocupa, una especie de guarapo o limonada llamada, muy apropiadamente, papelón con limón (de ahora en adelante llamaré a la limonada "azúcar con limón" XD ).

Ingredientes


  • 1 panela de papelón (llamándose "papelón con limón", espero que esto no les sorprenda).  Las panelas vienen con un tamaño más o menos estándar, pero no tengo ahorita las medidas o el peso.  Apenas pueda, los colocaré, pero creo que una panela es un kilogramo más o menos exacto.
  • 6 a 8 limones grandes (insisto: se llama "papelón con limón" por algo!)
  • 2 o 3 litros de agua.
  • Azúcar al gusto (opcional).
  • 3 clavitos de olor (opcional).

Pasos


  1. Se enjuaga el papelón: Aunque esto suene raro, traten de que la panela quede lo más limpia posible.
  2. Se disuelve el papelón (I): Coloquen el papelón dentro de un recipiente con agua, y déjenlo (con mucha paciencia) que se deshaga por sí misma.  Les debo el tiempo exacto que lleva, aunque les recomiendo que no se sienten a esperar a que ocurra.  Hay algunas formas de ayudar a que se deshaga más rápidamente, como usar agua caliente o romper el papelón en trozos (con un martillo!).  Si lo desean, pueden colar la mezcla.
  3. Se disuelve el papelón (II):  (opcional) Algunas personas prefieren colocar el papelón en una olla con agua que apenas la cubra, llevarla a fuego mediano, y luego de que el papelón se disuelva, colar de inmediato y agregar el resto del agua.  Yo normalmente no la hago así, pero les comparto la idea por si están apurados.  Si la van a aplicar, no dejen la mezcla al fuego mucho tiempo, para no obtener un melado.
  4. Se agregan los limones (I): Se lavan los limones, se pican por la mitad y, una vez que el papelón se haya disuelto en el agua, se exprimen los limones (saben hacer esto, no? es solo apretarlos!) y se agregan a la mezcla obtenida.  Pueden exprimirlos directamente, o colar el jugo primero, de acuerdo al gusto.
  5. Se agregan los limones (II):  (opcional) Hay quien agrega los limones exprimidos (sí, las conchas!) también a la jarra de la mezcla.  Realmente no sé por qué, y no me parece atractivo, pero una vez más, ahí les dejo las opciones.  Lo que sí pueden hacer es reservar algunas rodajas de limón para adornar la jarra o los vasos al servir.
  6. Extras: (opcional) Hay quien le agrega azúcar para ponerlo más dulce (les dije que el papelón ya es azúcar?), o clavos de olor para darle un aroma más rico.  Yo en particular no hago ninguna de las dos cosas.
  7. Se enfría: Ya solo falta colocar la jarra con la bebida en la nevera, o agregarle hielo al gusto.  Disfruten de esta refrescante bebida!

Notas


  • Si no desean preparar tanto papelón, pues disminuyan todos los ingredientes de forma proporcional.  En general, es media panela por litro de agua, más o menos.
  • Notarán que las medidas son bastante subjetivas.  Esto se debe a que la bebida, como pasa con la limonada, varía mucho según el gusto de quien la toma: algunos las prefieren más ácida, y otros más dulzona.  Les invito a experimentar la medida exacta para ustedes!

Tartaleta de cebolla


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Con motivo de la celebración del Día de las Madres (por cierto, felicidades en su día a todas las madres que estén  leyendo esto!) decidimos preparar algunos postrecitos en la casa (aún no sabíamos si comeríamos en casa o si saldríamos de paseo, por lo que unos postres parecían la mejor opción).

A petición del público, repetimos la aclamada torta de queso, y aprovechamos para probar un par de nuevas recetas.  La primera de ellas, una curiosa tartaleta de cebolla, cuya receta basamos en la que aparece en el libro "Abre bocas", de Kristina Wetter.  Buen provecho!

Ingredientes


  • 200 gr de mantequilla con sal.
  • 2 y 2/3 tazas de harina todo uso.
  • 1 cucharada de harina todo uso.
  • 6 o 7 cucharadas de agua helada.
  • 6 u 8 cebollas, dependiendo del tamaño.  Les debo el peso para que calculen mejor.
  • 2 cucharadas de aceite de maíz.
  • Sal y pimienta.
  • 1/4 cucharadita de nuez moscada.
  • 2 cucharadas de queso rallado (un poco más, si se desea agregarle queso por arriba para que gratine), normalmente Parmesano o Pecorino.
  • 3 huevos.
  • 1/3 taza de crema para batir refrigerada.
  • 1/3 taza de leche.

Pasos


  1. Precalentar el horno a 190 °C: Esto puede variar según el horno, así que quizás tendrás que experimentar un poco.  Lo mejor es que prendas el horno, y luego pases al paso 2.
  2. Preparar la base de la torta (I): Corta en trocitos la mantequilla, la cual deberá estar muy fría. Colócala en un recipiente y agrega la harina y una pizca de sal.  Con un tenedor, mezcla ambos ingredientes hasta que la masa resultante quede bien sueltecita.  Añade una cucharada de agua fría y sigue trabajando con el tenedor. Incorpora una a una las demás cucharadas de agua, hasta que se forme una masa homogénea.
  3. Preparar la base de la torta (II):  Cuando esté lista, cubre el molde de tartaletas. Abre agujeritos en la masa, pinchando con el tenedor.  Hornea durante unos diez o quince minutos (puede tardar notablemente más, dependiendo del horno), o hasta que esté ligeramente dorada.  Déjala enfriar mientras preparas el relleno.
  4. Preparar las cebollas (I): Lava y pela las cebollas, quitándole las capas externas que estén secas (normalmente son un par de capas que la protegen).  Coloca en una olla o en una sartén con tapa las cebollas cortadas en pedacitos lo más pequeños posible y sofríelas en el aceite de maíz.  Cocínalas, a fuego muy bajo y sin tapar del todo, durante unos 40 minutos o hasta que estén ligeramente doradas (comenzarán a soltar líquido, así que parecerá que no se están friendo, pero créenos: se dorarán).  Revuelve con una cuchara de madera de vez en cuando.
  5. Preparar las cebollas (II):  Cuando las cebollas estén listas, agrega una o dos cucharadas de sal, la pimienta, la nuez moscada (una pizca de cada una), la cucharada de harina y dos cucharadas de queso rallado.  Revuelve y deja cocinar durante cinco minutos más.  Retira del fuego.
  6. Preparar el relleno: En un recipiente, coloca los huevos, la crema y la leche.  Bátelos con un tenedor hasta que estén bien integrados.  Transfiere esta mezcla a la olla donde están las cebollas, mezcla bien y viértela dentro de la base de la tartaleta ya horneada.  Si lo deseas, espolvorea por arriba un poco del queso rallado para que gratine (se ve mejor, y sabe mejor también).
  7. Pasos finales: Hornea durante 30 minutos o hasta que esté ligeramente dorada (una vez más, el tiempo depende del horno).  Deja enfriar un poco y sirve a temperatura ambiente o ligeramente caliente.

Notas


  • Las medidas que doy dan para unas 12 porciones, dependiendo del tamaño de las mismas.
  • En el libro aparece el siguiente comentario sobre las cebollas: Originaria de Asia Central, la cebolla es uno de los condimentos más apreciados en el mundo; tanto, que ha sido cultivada durante más de cinco mil años. Los egipcios la ofrecieron a sus dioses y la depositaron en las tumbas de los faraones como alimento para el más allá. También representó el salario de los esclavos que construyeron las pirámides. Para los galos, la cebolla era una útil herramienta para predecir el clima: muchas capas anunciaban un invierno frío y difícil.  Curioso, no? :D
  • Una vez se nos acabó la pimienta, y en su lugar le colocamos una pizca de orégano bien molidito, y no quedó mal.
  • Gabriela Delgado nos escribe por G+ y nos da una idea para una variación del relleno: ajoporro, champiñones y maíz.  Gracias, Gaby!  Quedamos pendientes de probarlo!

Torta de queso


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Hace unos días tuvimos una reunión en la oficina, a la que cada quien colaboró con algún alimento de su propia cosecha.  Para esa reunión es que llevé el mousse de parchita que ya publiqué, y que fue un éxito automático; y un buen amigo llevó una torta de queso (cheesecake) espectacular, hecha por su esposa, que es la receta que hoy nos ocupa.  Que la disfruten.

Ingredientes


  • 250gr de galletas María (tipo ligeramente dulces) o un paquete grande de las Puig (el paquete completo, ese que trae 9 paquetes más pequeños con 4 galletas cada uno. Para los que no conozcan las  galletas María, son unas galletas ligeramente dulces, muy simples, sin cremas ni nada más: supongo que pueden usar otras similares)*
  • 250 gr. de queso crema (Kraft, Gaby, o cualquier otro.  Lo peor que puede pasar es que el sabor quede ligeramente distinto, pero todos sirven).
  • 1 lata de leche condensada, de las grandes, de esas de 395 gr.
  • Aproximadamente 2 barras 1 barra de mantequilla de 100gr, de las que son rectangulares, preferiblemente sin sal. (si no tienen mantequilal, pueden usar margarina o aceite).
  • 2 limones.
  • 1 huevo.

Pasos


  1. Precalentar el horno a 180 grados: Esto puede variar según el horno, así que quizás tendrás que experimentar un poco.  Lo mejor es que prendas el horno, y luego pases al paso 2.
  2. Trituramos las galletas María: Agarramos el paquete completo de galletas, sin bolsa, y lo trituramos.  La forma más fácil es ponerlas en la licuadora, pero sugerimos que se haga por partes, poniendo solo dos paqueticos (ocho galletas) a la vez, con las galletas previamente partidas, para que la licuadora no se trabe. Vayan colocando las galletas molidas en un recipiente de buen tamaño.
    Tip: para partir las galletas más fácilmente, con el paquete cerrado, golpearlo con un maso de cocina, o bien golpear el paquete contra una mesa o similar hasta que se vayan volviendo "añicos".
    Otro tip: para facilitar una integración más homogénea de las galletas y la grasa, una vez molidas en la licuadora, tamizarlas con un colador fino o medio. Lo que reste en el colador, volverlo a moler.
  3. Mezclamos con la mantequilla: Esto es asqueroso (para algunos...), pero no queda de otra: incorporen poco a poco la mantequilla a las galletas molidas, y con las manos (puagh!!!) vayan amasando hasta que resulte una masa homogénea, y se pegue a las paredes del recipiente (cuando esto ocurra, ya saben que está lista). Cuiden de no pasarse de grasa, sólo lo justo para tener una masa suave pero consistente, por lo que si les sobra mantequilla, no se preocupen. 
  4. Colocamos la base de la torta: Agarren la masa preparada en el paso anterior, y colóquenla en el recipiente donde prepararán la torta, expandiéndola por el fondo y los lados del mismo.  Debe ser un recipiente que se pueda hornear, como un recipiente para pay, o de esos recipientes desechables de aluminio.
  5. Horneamos la base: Colocas el recipiente en el horno, por unos 10 minutos, no más.  No apagues el horno, porque más adelante lo volveremos a usar.  Mientras la base se hornea, pasemos al paso 6.
  6. Preparamos la mezcla de la torta: Separamos la clara y la yema del huevo.  En una licuadora colocamos la yema y la leche condensada.  Prendemos la licuadora para ir mezclando, y vamos agregando poco a poco el queso crema, hasta que todo esté mezclado.  Al terminar, aún con la licuadora prendida, agregamos el jugo de limón y medio.  Al terminar, probablemente ya sea el momento de retirar el recipiente del horno.
  7. Batimos la clara a punto de nieve: No tiene que alcanzar mucha consistencia, así que se puede hacer a mano: basta con que agarre un poco de espesor.  Luego de eso, se agrega la clara a la mezcla en la licuadora, y se licua un rato más.  Si la mezcla quedó muy espesa, apaga la licuadora, y con una cucharilla muévela un poco, para garantizar que no se esté licuando solamente el fondo; luego, licua un poco más.
  8. Ponemos la mezcla en el molde: Se deja reposar la base que sacamos del horno como unos cinco minutos, hasta que enfríe un poco.  Luego, pasamos la mezcla de la licuadora al recipiente de la base, echándola poco a poco para que quede uniformemente distribuida.  La altura de la mezcla debería ser como dos centímetros (luego de terminada, subirá como un centímetro más).
  9. Horneamos la preparación:  Colocas de nuevo el recipiente en el horno, por unos 10 minutos más.  Para revisar si la torta está lista, un buen método es introducirle (clavarle) en todo el medio de la torta un palillo de dientes: si el palillo sale limpio, la torta está lista.
  10. Dejar reposar la preparación: Cuando la torta esté lista, se saca del horno y se deja reposar a temperatura ambiente como por media hora o una hora, hasta que pierda el calor (así como en las comiquitas, cuando la señora pone la torta en la ventana, y Tom y Jerry se la roban!), y luego se mete a la nevera por unas cuatro horas (lo normal es dejarlo toda la noche), hasta que agarre consistencia.  Ahora sí, está listo: que la disfruten!

Notas


  • Si le van a agregar alguna cobertura, como sirope de fresa o algo así, agrégasela luego de que la torta esté completamente lista: es decir, luego de que la saques de la nevera.  Les debo la receta del sirope para otro momento...
  • Las medidas que doy dan para unas 20 porciones. De hecho, normalmente con estas medidas hacemos dos tortas a la vez.
  • Si le echan mucha menos mantequilla que la pedida,  al final la base pierde consistencia y se vuelve polvo más fácil; si le echan más, se derretirá cuando la metan al horno.  Sea como sea, dejar la torta en la nevera un buen rato ayuda a que quede más o menos recuperada!
  • Si te quedas sin masa a medida que vas forrando el recipiente, puedes colocarla solamente en la base del mismo, para hacer un cheesecake estilo New York.  Si tienen dudas de esto, pregúntenle a María o al papá de Luis.
  • En una ocasión, no teníamos galletas maría, por lo que usamos Oreos (en este caso, de chocolate tradicional, no las tipo americano ni vainilla) con todo y la cremita. Usamos unos 3 tubos (12 galletas c/u, 108gr c/u). Yummy... Lo que si no recomendamos es usar el limón en la mezcla para que combine mejor el sabor con la masa. Lo pueden sustituir por algún otro zumo o concentrado de fruta cítrica sin azúcar, como fresa.

Cómo abrir un coco?


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Supongamos que llega un tío de visita, y les trae como regalos algunos cocos.  Sí, de esas cosas marrones, con hebras alrededor, que pegan MUY duro si te las lanzan, y que no deben usarse como balón de rugby en la playa, no importa lo borracho que estés.  Cómo haces para abrir el coco y demostrarle a tu tío que podrías sobrevivir en una isla desierta?

(Estamos hablando de cocos secos, o cocos maduros, como el de la ilustración.  Si el que tienes no es seco sino fresco (ver imagen), lo mejor es que te busques un machete o cuchillo grande, y te apliques con él, tratando de no cortarte un dedo o la mano).

Hablando en serio, el coco tiene distintos usos, y como dice el dicho, hasta el rabo es chicharrón: el agua que contiene es sabrosa de tomar, y recomendada incluso como medicamento; la carne es un buen pasapalo o snack, y con ella se pueden preparar diversos platos como la cocada (ya publicaré la receta luego); e incluso la concha es útil, pues se puede tallar o usar como vasos improvisados.  El problema principal, claro, es saber cómo abrir el coco de forma que el agua no se bote, y que la carne no se ensucie demasiado.

Ingredientes


  • Cocos (si no, no estamos haciendo nada aquí).
  • Destornillador de estrías (de Cruz, Phillips o Pozzi), o algún instrumento similar, como un punzón.
  • Martillo.

Pasos


  1. Limpiamos el coco: Antes de comenzar a trabajar, arráncale al coco las barbas o hebras que tenga en exceso.  No hace falta que lo afeites, pero al menos que se vea la concha en lugar de las barbas.
  2. Sacamos el agua del coco (I): Si observas el coco, verás que tiene tres pequeñas marcas circulares como de medio centímetro de ancho, un poco más oscuras que la cáscara, agrupadas en forma triangular.  Esas marcas son las que forman la "cara" del coco (o es que nunca has visto un coco en una comiquita?).  Notarás que dos de esas marcas son similares aunque contrarias (los "ojos"), y que una de ellas es distinta (la "boca").  Pues bien, agarra el destornillador o punzón, y presiona la "boca" del coco; no tendrás que hacer mucho esfuerzo, pues es más suave de lo que a primera vista parece.  Una vez que abras completamente el agujero, voltea el coco sobre un vaso o algo similar, y déjalo reposar (o sacúdelo, si eres impaciente) hasta que toda el agua haya salido (quizás quieras colarla antes de tomártela, por la basurilla que pueda haber caido de la corteza).
  3. Sacamos el agua del coco (II): Opcionalmente, hay quien abre alguno de los "ojos" además de la "boca", para que el agua caiga más fácilmente.  Yo en particular no lo hago, porque los "ojos" son mucho más duros que la "boca", por lo que es más probable que cause un desastre o una herida.  Lo dejo a tu criterio.
  4. Abrimos el coco: Sujeta el coco con una mano, de tal forma que las marcas (los "ojos" y la "boca") estén o hacia tí, o alejados de tí de tal forma que no los veas, y que puedas irlo girando cómodamente de forma que las marcas no se muevan de la zona donde están.  Con la otra mano sujeta el martillo, y comienza a darle golpes secos por todo el diámetro del coco (si el coco es un planeta, y el lado de las marcas es un polo, y el contrario es el otro, el diámetro es lo que sería el Ecuador).  No temas por tu mano, pues el coco absorberá el grueso de los golpes (además, es más maña para dar golpes secos, que fuerza.  Si no me expliqué bien, puedes buscar un video en YouTube).  Cuando le hayas dado un par de vueltas al coco, el mismo se cascará por la mitad (ver imagen al inicio de la lista de Pasos).  Si se te resiste, puedes probar a darle con el canto del martillo, en vez de con la parte plana.
  5. Sacamos la carne del coco: Esto puede ser muy fácil o muy difícil, según lo mañoso que seas.  La forma más sencilla que he conseguido es usar una cuchara (de metal, y la más resistente que consigas), y con el canto de la misma hacer un "corte" en la carne del coco, desde el borde hacia el fondo, de uno o dos centímetros de largo, y luego, sin mover de ahí la cuchara, hacer palanca para sacar ese pedazo.  Vas sacando únicamente como uno o dos centímetros de carne a la vez, pero es la manera más sencilla y menos agotadora y dolorosa de hacerlo.  Además, al poco rato le agarras el truco, y comienzas a hacerlo más rápido.

Notas


  • No apoyes el coco sobre una superficie (como una mesa o el piso) para romperlo, pues puedes dañar la superficie (sí, el coco es duro), o el coco puede salir disparado cuando le des un golpe.  Deja el miedo, y sostenlo firmemente en la mano.

El mousse de parchita de mi mamá


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Como leí en algún lado, un síntoma claro de la vejez es que a uno le empiecen a gustar postres tipo mousse.  Cuando uno comienza a apreciar lo ligero de un plato o la sutileza de los sabores, entonces está claro que la inocencia dulcera de la niñez se ha perdido.  ¿O ustedes conocen a algún niño de 7 años que prefiera un mousse a un brownie?

Mí mamá toda la vida hizo cursos de cocina, por lo que, cuando había que preparar un plato especial o raro -el pan de jamón, o un arroz chino- en casa, ella era la elegida.  Además, siempre se le dieron particularmente bien los dulces; y entre ellos, el que más fama tiene es su mousse de parchita.

Tengo al discusión con varias personas de si esto es realmente un mousse de parchita, o solo una gelatina con ínfulas.  Sé que gelatina, lo que se dice gelatina, no es, pero creo que a mousse tampoco llega -y eso que a mí me queda más cremoso que a mi mamá-.  Sin embargo, con ese nombre me lo presentaron, y con ese nombre se los presento: prepárenlo y déjenme en sus comentarios sus opiniones.

Ingredientes


  • Parchitas (unos dos kilos, que serán alrededor de 10 parchitas, dependiendo de su tamaño.  Traten de elegir las más grandes y con piel más lisa que vean, pero que se vea frescas, pues necesitamos que tengan jugo).
  • Gelatina sin sabor (9 láminas, o 3 cucharadas).  Si no consigues sin sabor, gelatina de piña es un buen substituto, en este caso; pero si vas a usar gelatina en polvo de sabores, échale una cucharadita más (o sea, 4 cucharadas!).
  • Huevos (3, separados.  Usaremos solo las claras).
  • Leche condensada (1 lata, de las grandes, de alrededor de 400 gr).
  • Azúcar (1/2 taza.  Sí, eso significa "media taza").
  • Sal (una pizca)
  • Agua (usaremos como dos tazas).

Pasos


  1. Preparamos el jugo de parchita: Lava las parchitas (sí, las conchas, no las has abierto aún), las abres (ahora sí) picándolas por la mitad sobre un recipiente pequeño (para que no se pierda jugo).  Una vez que valides que está buena, pasa el jugo de recipiente pequeño, y el contenido de la parchita, a la licuadora (para vaciar la parchita usa una cucharilla; debes sacarle todo lo amarillo, pero sin sacarle lo blanco.  Y no te preocupes por las pepas, tráelas también).  Una vez que obtengas unas dos tazas de relleno, mézclalo con la licuadora.  Pero ojo, no lo licúes: usa licuadas rápidas (prende la licuadora a velocidad media, déjala prendida 3 o 4 segundos, apágala, y repite unas cuantas veces) para no pulverizar las pepitas.
  2. Colamos el jugo: El resultado del licuado lo colamos a una olla.  Para colarlo, coloca un colador sobre la olla, y vacìa el contenido de la licuadora.  Luego, con una cucharilla, ayuda a que pase el jugo.  Lo mejor es que hagas un movimiento como si estuvieras tomando sopa hasta que el contenido del colador sea una masa negra de pepas (se ve bien feo).  Cuando lo creas conveniente le puedes echar media taza de agua al colador, para ayudar a que el jugo pase.  Y yo acostumbro luego a poner las pepas en la licuadora de nuevo, echarle un poquitín de jugo, y repetir todo el paso 1 y 2, para sacar un poco más de pulpa, pero no he validado que esto sirva de algo.  Una vez que terminemos, lavamos la licuadora y colocamos parte del jugo resultante en ella; la cantidad dependerá de lo fuerte que desees el sabor: yo normalmente uso taza y media del jugo.
  3. Preparamos la gelatina: En otra olla colocamos una taza de agua y colocamos la gelatina (9 láminas o 3 cucharadas).  Déjala un rato en la olla para que hidrate, y luego colócala en la cocina, a fuego lento, para calentarla y que se disuelva.  Ayuda al proceso revolviendo la mezcla con algún utensilio, o sencillamente meneando la olla.  Ojo, no debe hervir.
  4. Mezclamos los ingredientes (I): Agregamos a la licuadora que tiene el jugo de parchita la gelatina recién preparada, y además incluimos la lata de leche condensada y la media taza de azúcar.  Ahora sí licuen todo eso bien para que se mezcle...
  5. Preparamos las claras a punto de nieve: En un bol o recipiente aparte, preparen las tres claras a punto de nieve.  Esta es la parte más difícil de la receta, y pueden ver unas instrucciones completas aquí.  Sugiero que antes de batirlas las uses para "pintar" el interior del recipiente del paso 7.
  6. Mezclamos los ingredientes (II): Agregamos la mezcla de la licuadora a las claras, de forma envolvente.  Eso quiere decir que, sin parar de batir las claras, agregamos lentamente el contenido de la licuadora al envase, de forma circular, hasta que la mezcla sea homogénea.  Esto se puede hacer también con la batidora, o a mano usando una cuchara de madera.
  7. Ponemos la mezcla en el molde: Cubrimos las paredes del recipiente donde dejaremos el postre con una delgadísima capa de clara de huevo o aceite, para poder desmoldarlo luego (si lo vas a servir directamente de este recipiente puedes obviar este paso).  Luego se trasvasa la mezcla a este recipiente, y lo pones en la nevera.  En unas tres horas la mezcla debería haber "cuajado", o sea que se debe haber solidificado hasta agarrar su consistencia final, similar a la de la gelatina.  Ya está listo para servirlo y comerlo!

Notas


  • La fruta que conocemos como parchita también se llama maracuyá en algunos sitios.  En inglés su nombre es passion fruit.
  • Esta receta la puedes usar tal cual cambiando la parchita por otras frutas, si son cítricas mejor.  La he visto usada para preparar mousses de fresa y de lechosa, y quedaron muy buenos.  También se pueden usar otros ingredientes, como chocolate, pero supongo que en ese caso las medidas de azúcar deberían disminuir.
  • Las medidas que doy dan para unas 10 o 12 porciones, dependiendo de lo golosos que sean.  Si quieren obtener más porciones, aumenten de forma proporcional todos los ingredientes y ya.
  • Hay quien separa algunas de las semillas y la pulpa antes de licuarlas, para adornar el postre al servir.

Claras de huevo batidas a punto de nieve

Nos movimos a El NO Cocinero
Puedes encontrar esta receta actualizada aquí.

No les molesta cuando no les dan cantidades o recetas completas?  A mí al menos me desespera cuando el cocinero que me está dando la receta, sea en persona o en la tele, se brinca partes "obvias".  Sabes?  Si supiera cocinar no estaría preguntándote, y mi blog no se llamaría "El NO cocinero".  A que no?

Términos como "salpimentar al gusto" me desesperan.  Cómo confiar en mi gusto, si estoy comenzando con esto y no sé qué resultado puedo obtener con esta receta!  Y si explota?  Y peor aún cuando te dicen cosas como "bate las claras a punto de nieve", y te dejan así, con cara de perdido.

Las claras batidas a punto de nieve se usan en muchas recetas, sobre todo postres, ya sea como ingrediente base o como adorno.  Y como estoy tratando de hacer un mousse de parchita (ya les publicaré la receta, según lo que ocurra), pues me tocó revisar cómo se baten así las claras.

Pasos


Antes de comenzar, aprovecharé y les explicaré cómo cascar los huevos.  Lo mejor es darle 2 o 3 golpes secos, no muy duros, con el lado de un cubierto, o en el borde de una olla o sartén, más o menos en plena mitad del huevo.  Cuando la cáscara se casque un poco, toca separar ambas mitades de la cáscara del huevo con las manos, con ciudado.

Mucha gente recomienda que cada huevo, al irlo cascando, se vacíe en un recipiente distinto a aquél en el que estamos trabajando.  De esta forma podemos limpiarlo mejor (por si acaso se nos va un pedazo de cáscara) o incluso determinar si está bueno (por el olor o el color) antes de mezclarlo con los demás y dañar la mezcla.  Nada peor que el hecho de que un huevo piche te dañe los 7 que ya llevabas cascados.

A medida que van cascando los huevos, se debe separar la clara (la parte transparente) de la yema (la parte amarilla).  Para esto hay varias técnicas:
  • Hay un aparatico simple y sorprendente llamado separador de claras que sirve para -sorpresa, sorpresa!- separar las claras de las yemas.  Genial!
  • Algunas personas colocan el huevo en su mano -lávensela antes- y abren lentamente los dedos, para que la clara fluya entre ellos mientras la yema (si no se ha roto antes) se queda en la mano.
  • Otra opción es pasar la yema de una mitad de la cáscara a otra, con el cuenco entre ellas, de tal forma que la clara vaya chorreando al cuenco durante el proceso.  Si no me expliqué, busca un video en YouTube.  Esta técnica requiere de más cuidado y estilo, pero creo que es la más usada.
  • Otro truco un poco menos dificultoso, pero que requiere de mayor tiempo y paciencia, es el que se realiza pinchando el huevo por cada extremo con algun alfiler o aguja, con el fin de que la clara vaya cayendo sobre algun plato o recipiente, hasta que dentro del huevo solo quede la yema.
  • Hay quien golpea la punta del huevo para cascarla un poco, y al retirar esa poca cáscara cascada, lograr obtener un agujerito de poco más de 1cm de diámetro. Luego voltean el huevo sobre el cuenco, derramándose la clara y quedando la yema dentro del huevo. Lo útil de esta técnica es poder dejar "almacenadas" las yemas cada una por separado. 
  • Por último, se puede cascar el huevo y verterlo en un embudo con un plato debajo: las claras pasarán y caerán en el plato, mientras que las yemas quedarán atrapadas en el embudo.

Bueno, asumiré que eventualmente llegaste a este punto, a preferencia sin dañar muchos huevos.  Las yemas que has ido obteniendo déjaras en un pote en la nevera para usarlas luego en alguna otra receta (al menos, eso es lo que yo hice.  Aún siguen allí).

Una vez separadas, procederemos a batir las claras a punto de nieve.  Para ello, si bates a mano necesitarás un batidor de varillas (o un tenedor, para los no preparados), paciencia y muñecas, pues has de batir con fuerza, velocidad y resistencia.  La mejor recomendación para nosotros los flojos es usar alguna máquina que ayude, siempre comenzando en velocidad mínima y subiendo la velocidad poco a poco para que queden más firmes. :D  Yo quería hacerlo a mano y demostrarles que, si yo puedo, y la rata Remy puede, tú puedes, pero conseguí una batidora a última hora, así que...

El movimiento debe ser circular y contínuo.  Sin parar por nada, vete batiendo en círculos usando el tenedor o el batidor, como si estuvieras haciendo una tortilla.  Sin embargo, la idea no es realmente mezclar -puesto que no hay sino claras-, sino permitir que el aire entre en ellas.  Piensa que es como si estuvieras hinchando las claras, por lo que es más un reto de paciencia que de fuerza.  Se trata de insuflar aire a las claras, así que cuanto mayor sea el recorrido que hagan, más fácil es introducir burbujitas de aire.

Lentamente -demasiado, para mi gusto- las claras irán adquiriendo consistencia y color como los de una nieve recién caída.  Tienen que quedar compactas, moverse como algo sólido.

Una buena prueba es agarrar un poco con la mano y separarlo del resto.  Vuelves a ponerlo encima: si se mantiene como un trozo separado, es que las claras ya están a punto de nieve; si al contrario, el trozo se va diluyendo y pierde su forma y se hunde, entonces sigue batiendo.

El truco final para saber si las claras quedaron batidas perfectamente es si al dar la vuelta al recipiente con las claras ya batidas, estas no se caen.  Aunque suele ser más prudente inclinar el recipiente y comprobar que no se escurren. :D

Notas


  • Es importante que las claras no tengan nada en ellas o no se logrará el punto de nieve.  Trozos de cáscara o pedazos de yema, o incluso algo de grasa o agua en los utensilios o en el perolito donde las vayas a mezclar, te pueden fastidiar la mezcla. 
  • Es conveniente que los huevos estén a temperatura ambiente, para que logren el punto de nieve más fácilmente.
  • Una pizca de sal o de bicarbonato de sodio ayudan a que suban mejor y más fácil.  Hay quien dice que una pizca de limón también ayuda.  A preferencia, lo mejor es agregarla mientras se bate.
  • Guarden las yemas sobrantes para otro postre.  Luego les publico la receta de las natillas.
  • Como nota final, para hacer Merengue basta con agregarle azúcar a las claras a punto de nieve.  Ahora, como nunca lo he hecho, no sé en qué momento se agrega o cómo.  Ahí les dejo para que prueben y me avisen. Según nos comenta Wheck, es mejor si añades azúcar pulverizada (la receta aquí), y lo haces cuando el merengue está listo. Gracias! 

El chocolate de mi abuela

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Puedes encontrar esta receta actualizada aquí.


Desde siempre mi abuela hizo chocolate los días especiales en casa.  Navidad, Año Nuevo, algunos cumpleaños, en todos ellos el día era recibido con el olor del chocolate caliente esperándonos.  Y en las noches de universidad, cuando me veían sacar el termo del chocolate se armaban luchas para ver quién tomaría primero!

Cuando ella ya no estuvo con nosotros, la tradición siguió, primero con mi mamá, y ahora conmigo.  En su momento ya compartí la receta en mi blog personal, y ahora la comparto aquí.  Me parece una receta ideal para estrenar este blog, donde iré armando mi recetario de recetas y trucos para que siempre lo tengamos a la mano, tanto yo como ustedes.  Espero que lo disfruten.

(Ojo, todas las recetas que colocaré aquí las he hecho en algún momento, sin embargo, las fotos no son mías; podría poner fotos propias, pero las que se consiguen en internet seguramente son más artísticas!)

Ingredientes


  • Chocolate de taza (unos 350 gr, que serían como dos barras.  Revisen de todas formas el peso de las mismas)
  • Leche en polvo (la suficiente para hacer litro y medio de leche.  Digamos que 6 u 8 cucharadas)
  • Maicena o Harina (una cucharada)
  • Canela, si les gusta (la cantidad dependerá de cuánto les guste)
  • Azúcar (una cucharada)
  • Sal (una pizca.  Si no sabes qué es, digamos que es un pellizco, o la puntica de la cucharilla)
  • Agua

Pasos


  1. Hagan litro y medio de leche: En una olla lo suficientemente grande añadan litro y medio de agua, y la leche en polvo.  Batan como mejor puedan hasta que quede leche homogénea.  Pueden probarla a ver si sabe bien, y agregar un poco más de leche si lo desean.  Si son flojos, supongo que pueden comprar leche ya hecha.
  2. Coloquen la olla en la cocina y agreguen el chocolate: Prendan la cocina y coloquen la olla con la leche en ella.  Partan el chocolate en trozos pequeños (yo normalmente lo pico por todas las guías, y luego por la mitad a lo largo, de forma que me quedan trozos de 1 cm x 2 cm más o menos) y agréguenlo a la olla.  Durante todo el proceso, revuelvan contínuamente sin sacar del fuego, y sin dejar de sonreir.  Recuerden hablar con sus padres para que les ayuden en la cocina.
  3. Agreguen canela al gusto: O sea que si no les gusta, no la agreguen.  Pueden agregarla en polvo, o agregar la rama de canela completa.  También hay quien espolvorea la canela sobre el chocolate luego de terminado y servido.
  4. Agreguen la maicena: Mientras sigue el proceso, en media tacita de agua disuelvan cucharadita y media de maicena, o de harina si no la consiguen, y cuélenla si es necesario.  Cuando el chocolate se disuelva completamente, agreguen la maicena a la olla.
  5. Retiren el chocolate del fuego y vuélvanlo a colocar: Esta es la parte peligrosa: Sigan revolviendo hasta que hierva, y cuando el chocolate comience a subir, con ansias de escapar de la olla, retírenlo del fuego para que baje (serán solo unos segundos).  Colóquenlo sobre el fuego de nuevo y retírenlo dos veces más, y proceso terminado.
  6. Sirvan el chocolate: Esperen a que se enfríe un poco (unos minutos) y sirvan en tazas.  En casa solemos acompañarlo con panqués, panettones, galletas, etc.

Notas


  • En general manténganse revolviendo mientras hacen todo el proceso completo, y siempre en la misma dirección.
  • La receta tiene muchísimo tiempo de certificación, por lo que si les quedó mal, es culpa enteramente de ustedes. ;)
  • Disfrútenlo! :D